
Ya era hora de irnos de fiesta.
Me puse ropa ligera y cómoda.
Tocaba discoteca.
Tras haberme maquillado, me dispuse a salir.
El taxi estaba esperándome abajo.
Una amena conversación con el conductor.
Me chocaron sus ojos.
Y su forma de mirarme, de hablarme..
No le dí más importancia.
Mi parada.
Bajé y me reuní con mis amigos.
Nos quedamos fuera un rato bebiendo y haciendo de lo nuestro.
Entramos.
Luces, música, gente..
Aquel ambiente era genial.
Estaba rodeada de chicos y las hormonas respondían por sí solas.
Bailaba.
El sudor se hacía de notar.
Me daba igual, yo seguía moviéndome como mejor sabía.
El alcohol era el alma de la fiesta.
En uno de aquellos tragos, sentí cómo algo sólido se despejaba por mi garganta.
¿Droga quizá? Efectivamente.
No iba lo suficientemente consciente como para haberme dado cuenta.
Me lo tomé como una broma, total, no podría pasarme nada tan grave.
Mis caderas hacían su trabajo.
Y sin percatarme, cada vez iba enseñando un poco más de carne.
Tenía mucho calor, así que me fui al baño a mojarme un poco la cara y de paso retocarme.
Escuché una voz, que me era conocida.
Me extrañé, ya que era una voz masculina y yo estaba en el lavabo de las chicas.
No estaba sola.
De pronto, alguien me coge de la cintura y me da besos por el cuello.
Una parte de mí, tenía miedo, pues era un completo desconocido, pero por otra, quería seguir, quería llegar más lejos.
Me agarró fuerte de la mano y me metió dentro del aseo.
Creo que nunca se habían deshecho de mi ropa tan rápido.
Aquello era un descontrol, sin duda.
Empecé a encontrarme mal.
Él seguía.
Yo queria parar.
Siguió insistiendo.
Me puse nerviosa.
Le miré a la cara con ojos llorosos, rogando que parara.
Mirarle me impactó.
Aquel chico, era el taxista que me había traído.
Lo tenía todo planeado.
Insistí impacientemente.
Gritaba.
Pedía ayuda.
Nadie me escuchaba.
Me estaba violando..
Perdí la noción del tiempo.
De repente desperté.
Estaba tirada en el suelo.
Esta vez, estaba sola.
Ni el maquillaje ni la ropa hacían ya su función.
Salí del baño con la intención de volver con mi grupo.
No los encontré.
Abrí la puerta de la discoteca.
Miré al cielo.
Era de día.
Quería irme a casa.
Estaba lleno de taxis esperando ganar un poco de dinero.
De pronto ví cómo una chica, en muy mal estado, subió a uno de ellos.
No podía creérmelo.
El que le acogió fue el mismo taxista que hacía unas horas se había aprovechado de mí.
No pude reaccionar.
Él se percató de que yo le estaba mirando.
Me sonrió con malicia y se fue.
Dios!
ResponderEliminarXro como mola *-*
alguno tenia k haber ke no fuera deseado...
y las veces ke pasa realement
mola
te qu
Lil
Gracias Lil =)
ResponderEliminarTqqq !
Enxuu!
Buff, yohay temporadas que me emparanollo muuucho con los hombres y pienso ke todos me van a violar ><
ResponderEliminarBesos Ari