Evelyne, es la chica fugaz.
Hace unos años era una tonta enamoradiza,pero aprendió a jugar.
Disimuladamente claro está.
Se enamoraba de cualquier chico que le hacia un poco de caso.
Y le rompían el corazón una y otra vez...
Una vez, le tendieron una trampa, un chico que sabia lo tonta que era, se aprovecho para acostarse con ella.
Su primera vez.
Le dolió tanto enterarse de aquello, que su corazón se hizo fuerte y frió.
A partir de ese momento Evelyne, se acostó con muchos hombres...
La habían follado, había follado a gente.
Una noche de verano, en la terraza de un bar conoció a un chico, y claro estaba que iba a ser un juego como fue con todos los demás.
Puede incluso que al día siguiente no se acordara de su nombre.
Tal vez Carlos? David? Víctor?
No lo recordaría, así que no provaría a llamarle por su nombre...
Como era de costumbre, al poco rato esta en su cama, en la cama de el.
Vivía en un piso muy cuco, a las afueras de Alicante, cerca de la playa...
Un par de horas antes, al entrar en su casa, sintió que ese chico se parecía más a ella de lo que pensaba.Se quedo mirando sus cosas.
Este chico era algo diferente, por poco que fuera, algo tenia.
El simple echo de no agarrarla y echarla sobre su cama, sin que le diese tiempo ni a mirar el color de sus paredes, ya lo hacia diferente.
Ese chico, la endulzo lentamente, y lo mejor, inconscientemente.
El era así.
Obviamente, terminaron en la cama, pero era algo mutuo, entre atracción sexual y un poco de amor, pero de ese que al día siguiente nadie recuerda.
Pero ni siquiera se molesto en desnudarla del todo, ella recordaba la melodia que el había tocado antes, con una pequeña flauta.
Y el le daba placer, mucho placer, no podía recordar nada, estaba fuera de si, se movía demasiado rápido, demasiado bien.
Todo era demasiado perfecto.
Amaneció.
Ella pensaba que todo había terminado.
Lo más trabajado que había vivido al día siguiente, un chico que junto a una nota de despedida le dejo una fresa.
Y ella quería comérsela, pero la dejo, fue a abrir la nevera y se comió las 7 que quedaban.
Al girarse, lo vio acostado a su lado.
Se quedo pensativa, se dio la vuelta y se hizo la dormida, pensando que seria temprano.
A los 10 minutos empezó a notar como una lengua, recorría su cuerpo...
Buen modo de despertarme...(pensó).
Y lo primero que le susurro al oído Sebastiann.
Era muy observador, sabia que no lo iba a recordar.
Ella se vistió rápidamente, el se metió en la ducha, y aprovecho para marcharse.
No estaba acostumbrada.
Pero no podía marcharse así sin más.
Le deja una notita, con su numero.
Estuvo todo el día pensando en porque no podía olvidarlo.
Tal vez volvía a ser una tonta enamoradiza!!
No!!
No podía ser...
Ella sabia controlar sus sentimientos!
Hay una diferencia muy amplia entre amor y sexo, y lo único que tienen en común la pasión.
No se lo explicaba, pero efectivamente no podía olvidarlo, no podía olvidar aquella preciosa melodía sacada de una flauta tan pequeña y tan preciosa...
No podía olvidar el color vino de sus paredes, ni a el encima de ella, penetrándola sin quitarle toda la ropa...
El sonido de aquella ducha se quedo grabado en su cerebro.
Llamaría o no?
Cuántas veces nos habremos quedado esperando la llamada de alguien x)
ResponderEliminarMe gusta el texto ^^.
Tonta enamoradiza (L).
Enxuuu.
Espero que sí, que la llame. Y que vuelva a ser una tonta, una tonta enamorada del chico correcto.
ResponderEliminarUn beso MUYGRANDE:)